Una lasaña ligera y sabrosa con calabacín en lugar de pasta, repleta de vegetales, salsa de tomate natural y queso derretido.
Precalienta el horno a 190°C (375°F).
Lava los calabacines y córtalos en rodajas finas.
Coloca el calabacín sobre papel de cocina y espolvorea con sal. Deja reposar 10 min para que suelten agua, luego sécalas.
Mientras, calienta el aceite en una sartén. Sofríe la cebolla, la zanahoria, el ajo y pimiento picados hasta que estén blandos.
Añade los champiñones y cocina hasta que estén dorados. Incorpora las espinacas hasta que se ablanden.
Agrega el tomate triturado, orégano, sal y pimienta. Cocina a fuego lento 5 minutos.
En un bol, mezcla el requesón con un poco de sal y pimienta.
Monta la lasaña en una fuente para horno: capa fina de salsa de tomate, capa de calabacín, capa de requesón, capa de salsa de verduras. Repite.
Termina con una capa de salsa y queso parmesano si usas.
Hornea durante 30-35 minutos, o hasta que esté burbujeante y dorada.
Deja reposar 10 minutos antes de servir.
Sirve y disfruta.