Una compota suave y natural, perfecta para desayunos, postres o snacks. Sin azúcar añadida, solo el dulzor natural de la manzana.
Pela y corta las manzanas en cubos pequeños. En una olla mediana, agrega las manzanas, el agua, la canela, el jugo de limón y la sal.
Cocina a fuego medio tapado durante 15–20 minutos, removiendo ocasionalmente, hasta que las manzanas estén muy suaves.
Tritura con un tenedor o pasa por procesador si prefieres una textura más fina.
Deja enfriar y guarda en frascos de vidrio en la nevera por hasta 5 días.